jueves, 24 de febrero de 2011

¡Acabaremos con los territorios del miedo en Bogotá!

Para nadie es un secreto la grave situación de inseguridad de Bogotá y la falta de gestión de la actual administración para contrarrestarla. Pero la inseguridad no solamente se ataca con la presencia de la fuerza pública, sino con medidas sociales que disminuyan la posible delincuencia a futuro. Una de ellas es lograr que la educación pública sea una jornada continúa –que nuestros niños y jovenes estudien 8 horas y no 4 como están acostumbrados— para asì evitar que el ocio los lleve a las garras del pandillismo y la drogadicción.
Como antesala de esta propuesta, revelé –a partir de un sondeo hecho en las páginas electrónicas y cifras del gobierno y la policía—cuáles son las 10 zonas que más miedo le producen a los habitantes de Bogotá. Dentro de dichos puntos de terror, el centro de Bogotá tristemente ocupa cuatro de los diez lugares peligrosos de la capital:

• Las Cruces-San Bernardo (Localidad de Santa Fe) Desde la calle 1ª hasta la calle 7ª y desde la carrera 4ª hasta la carrera 16.
• Calle Bronx (Localidad de los Mártires)
• Av. Calle 19 - entre Carrera 3ª y Paloquemao (Localidad de Santa Fe)
• Localidad de los Mártires (límite con localidad de Santa Fe) Zona comprendida entre la Carrera 13 y la Carrera 19 y entre la Calle 7ª y la Calle 22.

Es muy triste conocer esa cruda realidad, puesto que nuestra ciudad se caracteriza por su centro histórico, colorido y folclórico, digno de ser mostrado como uno de los puntos más turísticos de Bogotá, pero que desafortunadamente la delincuencia no se hace esperar y cada día se escuchan más historias de todo tipo de vandalismo.

¡Estoy seguro que todo aquel que este leyendo esta columna conoce al menos a una víctima de un atraco callejero, amigos familiares o conocidos!

Para contrarrestar la delincuencia, además de la jornada única, en mi gobierno haré el lobby para que el Congreso vuelva a aprobar la Ley de las pequeñas causas, que castiga con fuerza a los delitos menores. Así mismo, la llamada “Ley de los tres golpes”, que busca fortalecerlas penas contra quienes reincidan en actividades delictivas. Es necesario tomar medidas paralelas como la iluminación de las calles, la recuperación del espacio público y la activación de nuevos cuadrantes de una Policía más tecnológica, meritocrática y capacitada. La inseguridad no nos puede ganar la guerra: los bogotanos tenemos el derecho de vivir con tranquilidad y sin miedo.
Para mayor información visita www.davidluna.co

lunes, 21 de febrero de 2011

¡La juventud es el presente!

El sábado 12 de febrero tuve la gran experiencia de compartir propuestas y experiencias sobre Bogotá con más de 300 jóvenes de todas las localidades y universidades en la universidad Piloto de Colombia. Fue, sin duda, una de las actividades más gratificantes de mi campaña. En la discusión, quedó claro que los jóvenes estamos cansados de que se nos diga que nuestro tiempo es el futuro. Ahora tenemos ideas nuevas, ahora somos creativos, ahora tenemos elementos para participar y criterio para construir. Por eso, ¡nuestro tiempo es ahora! Así como el pasado fue de los jóvenes de ayer, y el futuro de quienes serán jóvenes en años venideros, ¡el presente es nuestro reto! ¡Gobernar la ciudad ahora es nuestra obligación!

Y es que Bogotá es una ciudad joven y dinámica. Como tal, necesita un gobierno que la represente. Y este gobierno solo podrá ser aquel que represente una política sana y eficiente. La corrupción y la ineficiencia, los trancones y la inseguridad deben ser cosa del pasado. Por eso, mi prioridad es cambiar la ciudad, hacerla moderna, sostenible y con oportunidades.

Bogotá debe ser de los verdes, pero de los que cuidamos el medio ambiente, no de los verdes que hacen política. Promuevo el sello verde para la capital, así como defiendo el sello de la equidad y la tecnología. Jóvenes de todos los colegios, de universidades públicas y privadas, de todas las localidades, deben tener las mismas oportunidades de formación tecnológica y de acceso al mundo. Así también, en un mundo global todos deben poder hablar inglés. A eso le apuntamos.

Quiero seguir contando con los jóvenes para construir mi propuesta colectiva. ¡Siento que es nuestra hora!