La vivienda y la posibilidad de acceso a ésta por parte de los ciudadanos es una propuesta clave en el proceso de integración social en un centro urbano. Una ciudad con un elevado déficit habitacional tiende a permanecer en una dinámica de exclusión e inequidad social. De este modo,la posibilidad de brindar una vivienda digna, que mejore las condiciones de calidad de vida de los ciudadanos, es un reto demándate para las autoridades locales y nacionales.
Descripción de la problemática en Bogotá
Según estadísticas del Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial, en Bogotá hay un déficit de vivienda cercano a los 300,000 hogares. Cifra que presenta un comportamiento creciente dado el aumento en el número de personas que llegan a radicarse a la ciudad anualmente. Esta situación es particularmente alarmante al tener en cuenta que un porcentaje importante de dichas personas son colombianos, de escasos recursos, víctimas de los distintos tipos de desplazamiento que se dan en nuestro país.
Sin embargo, la problemática de vivienda en Bogotá no se limita al déficit en unidades habitacionales. Según estudios de la Universidad de los Andes la calidad de la Vivienda de Interés Social (VIS) que se está construyendo en el Distrito no es la apropiada (los materiales utilizados son inadecuados y el tamaño de los lotes destinados para este fin se ha reducido a 54 m2). La situación presenta además un escenario que se agudiza dado el alto número de asentamientos ilegales (la mayoría de éstos en zonas de alto riesgo, no mitigable) y de viviendas sin título y sin licencia en la ciudad.
Se estima que son más de 10,000 viviendas las que actualmente están ubicadas en zonas de alto riesgo y que por tal motivo deben ser objeto de reubicación. En este sentido, la relocalización de estos hogares debería ser una prioridad para el gobierno local. No obstante esta contundente evidencia, la actual administración a través del plan sectorial Hábitat Positiva sólo tiene programado el reasentamiento de aproximadamente 4,500 familias.
Por otro lado, según el Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional, a partir del año 2000 el 60% de la vivienda construida en Bogotá ha correspondido a construcciones clasificadas como de interés social. A pesar de dicha distribución porcentual, esta estadística no necesariamente representa que la orientación del proceso haya sido la más apropiada. Quizás la razón principal para sustentar esta afirmación es que la mayoría de estos proyectos habitacionales generados en este período de tiempo, no estuvieron orientados a soluciones de Vivienda de Interés Prioritario (VIP). Tan solo el 22% del total de viviendas construidas corresponden a esta categoría (Tipo 1 y Tipo 2), mientras que el 17% y 21% del total de viviendas nuevas estaban clasificadas como Tipo 3 y Tipo 4 respectivamente1.
Lo anterior significa que no se está dando solución a las familias con más necesidades y de menor poder adquisitivo. En este contexto, la evidencia es suficiente para concluir que la política de vivienda de interés social a nivel nacional y distrital en las últimas décadas viene siendo
ineficiente.
El fenómeno de vivienda propia es otra situación característica de la problemática de vivienda en Bogotá. Mientras en los estratos altos el 74% de las personas habitan en vivienda de su posesión, en estratos medios y bajos ese porcentaje se reduce al 53%. Lo que repercute en que la condición de desigualdad en niveles de vida de los ciudadanos sea más dramática ya que los hogares de estratos medios y bajos incurren en costos de vivienda (v.g., arriendo) mayores que los estratos altos (contando además con menores recursos para cubrir esos gastos).
Pronunciamientos
- Vivienda de interés social y de interés prioritario. Los programas de generación de nueva vivienda en Bogotá deben estar orientados a la construcción de VIP Tipo 1 (precio menor a los 25 millones de pesos) y Tipo 2 (precio entre los 25 y los 35 millones de pesos). Se estima que desde el año 2000 solamente el 6% de las construcciones nuevas en la ciudad corresponde a VIP Tipo 1, subestimando las necesidades de las personas más necesitadas.
Asimismo, la producción de VIS debe ampliarse a otras localidades de la Bogotá. Según uninforme de la Cámara de Comercio en el 2008 se generaron proyectos de VIS en 11 de las 20 localidades de la ciudad. Sin embargo, el 68% de las construcciones estuvieron concentradas en las localidades de Bosa y Kennedy, mientras que la producción de este tipo de viviendas en localidades como Ciudad Bolívar, Rafael Uribe Uribe y San Cristóbal representó menos del 2% del total.
- Infraestructura, servicios públicos y equipamientos. No se trata simplemente de incrementar la oferta de vivienda en la ciudad. Una política de construcción de nueva vivienda debe integrar las condiciones que garanticen una completa cobertura en servicios públicos (acueducto, alcantarillado, energía eléctrica y recolección de basuras). De la misma forma, se debe garantizar la infraestructura correspondiente a equipamientos para la recreación y el sano esparcimiento (e.d., parques, zonas verdes, alamedas), así como las vías de acceso.
De esta manera, los nuevos proyectos orientados a la reducción del déficit de unidades habitacionales en la ciudad no serán solamente soluciones de vivienda para las personas, sino también, una oportunidad de mejorar la calidad de vida de sus residentes. Así, la política de vivienda para el Distrito debe incluir incentivos para la generación de proyectos de renovación urbana.
- Vivienda propia para los ciudadanos: En la medida en que se generen mecanismos que faciliten a los ciudadanos la adquisición de vivienda propia se estará aportando a la disminución de la brecha de desigualdad social en la ciudad. En definitiva dichos mecanismos deben contemplar estrategias orientadas para que las personas de menores recursos sean propietarios.
Un elemento importante en la consecución de este objetivo es el lograr equilibrar los costos de la vivienda en la ciudad de tal forma que los precios no estén por encima de la capacidad económica de los ciudadanos. Igualmente, es necesario explorar alternativas diferentes a los créditos bancarios para que el usuario pueda adquirir su vivienda y trabajar en el diseño de iniciativas sociales orientadas a mejorar la capacidad de pago de las familias.
- Construcción sostenible: Hasta ahora la política de construcción en nacional y distrital se ha centrado en garantizar aspectos financieros, dejando de lado componentes esenciales en el propósito de generar una verdadera política de vivienda tales como el medio ambiente y la salud y calidad de vida de los residentes. De esta forma, es imperante resaltar que la problemática de vivienda en Bogotá no depende únicamente de una política de promoción económica, sino también de una política social.
En ese sentido la construcción sostenible se convierte en un tema vigente y de especial interés. La construcción sostenible es un concepto que busca la implementación de procesos constructivos y proyectos integrales que permitan reducir los impactos de la construcción sobre el medio ambiente, mejorar la calidad de vida de las comunidades y salud de los usuarios.
Es así como en el momento de generar una política de vivienda para la ciudad es necesario garantizar que se cumplan unas normas mínimas de sostenibilidad. Dicha normativa permitirá que las nuevas iniciativas para construir VIS y VIP sean proyectos novedosos, más eficientes financiera y ambientalmente, y comprometidos con la calidad de vida de los residentes.
Bajo estas premisas, las instituciones locales y nacionales deben trabajar de manera conjunta para que a través de la construcción sostenible se optimicen los recursos económicos y ambientales en propuestas de interés sociales. De este modo, el acceso a nuevas viviendas en Bogotá será un proceso equitativo para todos los ciudadanos, quienes independiente de su condición social y económica podrán acceder a un lugar digno donde vivir.
1 Definición según precio de la vivienda: VIP – Tipo 1: menos de 25 millones de pesos; Tipo 2: entre 25 y 35
millones de pesos. VIS – Tipo 3: entre 35 y 50 millones de pesos; Tipo 4: entre 50 y 67 millones de pesos.
Referencias
- El Compromiso con la Calidad, una Oportunidad para la Vivienda Social: Calidad de la Vivienda Nueva
en Bogotá. Grupo de Investigación en Vivienda (GIV), Universidad de los Andes. Bogotá, 2009.
- Bogotá Cómo Vamos, Vivienda. Cámara de Comercio de Bogotá. 2009.
- Política de Vivienda en Bogotá Positiva. Secretaría Distrital del Hábitat. Alcaldía Mayor de Bogotá.
2009.
- Perfil social de Bogotá 2008. Cámara de Comercio de Bogotá y Fedesarrollo, 2009. ISBN: 978-958-
688-275-0.
- Pinilla, L. y Behrentz, E. Construcción Sostenible en Colombia. Universidad de los Andes. Bogotá,
2010.
- Evolución y Perspectivas de la Vivienda de Interés Social en Bogotá. Camacol Bogotá y Cundinamarca.
Bogotá, 2009.
- Maldonado, M. M. Instituto de Estudios Urbanos, Universidad Nacional. Presentación en foro: Crisis y
en la Vivienda Social: Retos y Alternativas. Bogotá, 2009.
lunes, 3 de mayo de 2010
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Excelente la descripcion de la problematica que afronta la ciudad en este tema. Tiene en cuenta todos los aspectos necesarios para la construccion de vivienda como es el caso de los servicios publicos.
ResponderEliminarSeria bueno establecer cuales son las metas que tiene la alcaldia de Bogotá para mejorar la oferta de vivienda en toda la ciudad y contribuir a disminuir los altos precios que se estan presentando en la actualidad.
soy una persona que tengo 54 años trabajo como empleada de sevicio domestico como me ago una casa con facilidades de pago tengo un hijo con señora y bebe como podrian orientarme para que me quede comodo para el pago?mi correo ligia_vh@hotmail.com
ResponderEliminare preguntado aqui y alli y nadie me orienta ,muchas gracias