miércoles, 14 de abril de 2010

Pronunciamiento sobre violencia urbana en ciudades - caso Bogotá

La violencia urbana entendida como un conjunto de conflictos, conductas ilegales y situaciones delincuenciales presentes en un centro urbano es, hoy en día, uno de los mayores desafíos para las instituciones de las grandes ciudades del mundo. En este sentido, la violencia urbana se constituye en la principal causa de la imposibilidad de las ciudades para ofrecer una efectiva seguridad pública.

Descripción de la problemática en Bogotá

Según estadísticas para el Distrito, las principales manifestaciones de violencia urbana en Bogotá son los homicidios, el hurto, tráfico de estupefacientes y disputas callejeras. Se entiende que son diversas las causas que llevan a la masificación de hechos generadores de violencia en la ciudad, todas éstas ligadas necesariamente a factores sociales.
En Bogotá según cifras recientes del Observatorio de Seguridad de la Cámara de Comercio y Medicina Legal hay una tasa de homicidio cercana a los 20 casos por cada 100,000 habitantes. Esta cifra es menor que la documentada para otras ciudades principales de Colombia tales como Cali (67), Medellín (47) y Barranquilla (29). Sin embargo, la tasa de homicidios en Bogotá es mayor que la reportada para otras grandes ciudades latinoamericanas como Ciudad de México(18), Lima (10), Buenos Aires (5) y Santiago de Chile (3).
En este sentido es importante destacar como el número de casos de homicidios en Bogotá presentó un aumento durante los años 2007 a 2009 (último año de la anterior administración local y dos primeros años del actual gobierno). Específicamente, según cifras del Instituto de Medicina Legal, se pasó de 1,336 casos de homicidio registrados en el año 2006 a 1,465 casos en el año 2008. En el primer semestre del año 2009 ya se habían presentado 74 casos de homicidio más que en el mismo período para el año 2008.
Otro indicador determinante de la situación de violencia es el número de hurtos que se presentan en la ciudad. La tasa de hurto a personas en Bogotá es de 145 por cada 100,000, asimismo las tasas de hurto a residencia y hurto a vehículos son 50 y 38 casos por cada 100,000 habitantes respectivamente.
Consecuente con estas cifras, la última encuesta sobre victimización en la ciudad reporta que el 37% de los bogotanos expresaron haber sido (ellos o algún familiar) víctimas de algún delito. Igualmente, el programa “Bogotá Cómo Vamos” en su última encuesta de percepción ciudadana (2009) reportó estadísticas donde más del 40% de los ciudadanos no se sienten seguros en Bogotá. Este indicador aumentó considerablemente (18 puntos porcentuales) con respecto a esta misma medición en el año 2008. Asimismo, la encuesta mencionada anteriormente sobre victimización en la ciudad reporta que el 58% de los bogotanos consideran que la inseguridad ha aumento en la ciudad.
Una característica que sustenta la situación de violencia urbana en Bogotá es el hecho de que no se hace un seguimiento estricto a la prevención, control y castigo de hechos delictivos menores en la ciudad. Condición que es generadora de un escenario donde son comunes las actividades ilegales.

Pronunciamientos

- Garantizar la legalidad. Es necesario trabajar en Bogotá en mantener la legalidad como un elemento fundamental del desarrollo de la ciudad. Las pretensiones de ciudad competitiva en la región para Bogotá deben estar reforzadas con estrictos controles preventivos de la ilegalidad. De esta manera hay que prestar especial atención a las situaciones de seguridad consideradas menores ya que dichos hechos son un elemento generador de crímenes más graves. En este sentido las autoridades deben fortalecer su pie de fuerza (orientado a un personal formado y experimentado y a una mejor capacidad de inteligencia) y apoyado en mecanismos tecnológicos (v.g., circuitos con cámaras de video).

- Institucionalidad y empoderamiento de la problemática por parte los ciudadanos. Hay que empoderar al ciudadano de la problemática de seguridad en Bogotá. Esta posición se logra en la medida en que los ciudadanos sean más solidarios pero además, cuando se despierte en los bogotanos la confianza en sus instituciones. Durante el año 2009 se estima que solo el 34% de las víctimas de algún delito en la ciudad denunciaron el hecho ante las autoridades (la principal razón por la que no se denuncian los hechos delictivos fue la falta de confianza en la autoridad).
De esta manera, las campañas por parte de las autoridades para divulgar programas distritales en materia de seguridad son fundamentales y necesarias. De los más de diez actuales programas institucionales en seguridad, solamente la línea de atención de emergencias es conocida por más del 30% de los bogotanos.

- Educación. El nivel de escolaridad de los ciudadanos en Bogotá está relacionado con la posibilidad de ser víctima de una muerte violenta. Las cifras de homicidios para la ciudad muestran como cerca del 50% de las víctimas de homicidio en Bogotá tiene la primaria como grado máximo de escolaridad y aproximadamente el 40% contaba como grado máximo de educación la secundaria.
La anterior evidencia sugiere que el acceso a la educación es un elemento determinante de la violencia urbana. Son necesarias campañas para disminuir la deserción escolar, así como garantizar que toda la población en edad escolar pueda terminar por lo menos sus estudios secundarios.
En este sentido y siendo consecuentes con el pronunciamiento sobre el empoderamiento de la problemática por parte de los ciudadanos, es importante retomar los esfuerzos en la generación de proceso orientados a devolver los bogotanos una cultura ciudadana. Este importante elemento autoregulador de la sociedad, disipó su rumbo a tal punto que hoy parece ser ajeno a los habitantes de Bogotá (esto a pesar de la voluntad de las administraciones locales pasadas con la que se construyeron grandes logros en el tema).

- Regulación y control sobre el porte de armas. El control sobre el porte de armas debe ser riguroso, nadie debe portar de manera ilegal un arma en Bogotá. Según cifras de medicina legal el 60% de los homicidios en la ciudad son cometidos con armas de fuego y aproximadamente el 30% con armas cortopunzantes. Campañas de desarme voluntario son necesarias constantemente en todas las localidades de la ciudad. Asimismo, el control por parte de las autoridades en especial en zonas de alta afluencia de público y barrios con presencia de grupos juveniles violentos.

- Infraestructura y equipamientos urbanos. La ciudad debe tener una política clara en cuanto al mantenimiento óptimo de su infraestructura orientada a la seguridad de sus ciudadanos. Equipamientos urbanos sin mantenimiento o en mal funcionamiento con escenarios que propician la ilegalidad (v.g., espacios para el tráfico de estupefacientes). Un caso específico es el alumbrado público. El garantizar una correcta operación de este servicio básico es un elemento que aporta a la percepción de seguridad por parte de los bogotanos (más del 50% de los delitos en la ciudad se ejecutan en calles y avenidas).

- Calidad de vida. La inseguridad considerada como un factor que disminuye la calidad de vida en las ciudades. De manera general es necesaria la definición e implementación de nuevas políticas de planificación y gestión urbana ligadas al componente de seguridad que busquen el bienestar para todos los ciudadanos. Este escenario requiere de una legislación actualizada que normalice y garantice un sistema de vigilancia, control y justicia exitosos.

De esta forma, iniciativas como el nuevo Código Nacional de Convivencia y Policía y la nueva Ley de Pequeñas Causas deben ser concertadas y aprobadas para que puedan servir como herramienta a las autoridades locales y nacionales en su intención de detener el progreso del fenómeno de violencia urbana.


Referencias
- Observatorio de Seguridad No. 37. Cámara de Comercio de Bogotá. 2009.
- Encuesta de Percepción y Victimización, Bogotá y las Localidades. Cámara de Comercio de Bogotá. 2010.
- Boletín de Estadísticas del Sector Gobierno - Seguridad y Convivencia. Secretaría de Gobierno. Alcaldía Mayor de Bogotá. 2009.
- Bogotá Cómo Vamos?. Cámara de Comercio de Bogotá. 2009.
- Márquez, Juan C. y Eduardo Behrentz. Debilidad Institucional y Aceptación de la Ilegalidad: El Caso de la Permisividad Policial en el Control de las Infracciones de Tránsito en Bogotá. Universidad de los Andes. 2009.
- Visitas y entrevistas personales en las localidades de San Cristóbal, Suba, Kennedy, Bosa, Rafael Uribe Uribe, Ciudad Bolívar.

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